
La novela de los dioses anunnaki de Mesopotamia que prometieron regresar

¿Nos visitaron alienígenas ancestrales?
¿Fueron los anunnaki, los creadores de la humanidad?
¿Existe una conexión entre los dioses egipcios, los dioses griegos y dioses sumerios?
¿Qué legado recoge la escritura cuneiforme?
¿Qué son los illuminati y los trilaterales?
El Sueño de Enki - Sinopsis

Mesopotamia, siglo XXV a. C.
El dios anunnaki de la sabiduría, Nabú, relata los acontecimientos que durante miles de años unieron a dioses y hombres. A pesar de su juventud -nació tras el Diluvio universal-, narra con gran viveza y en primera persona los eventos que se suceden en las fértiles tierras de Mesopotamia y Egipto.
Son tiempos de esplendor, en los que los dioses impulsan las civilizaciones de los hombres y desarrollan grandes obras como los zigurats de Sumer, la Torre de Babel, las pirámides de Egipto y la biblioteca de Nínive. Bajo la tutela de los poderosos anunnakis y de los dioses menores, los igigi, florecen Sumer y los imperios de Acad, Asiria, Babilonia y Persia.
Pero siglos de crecimiento se truncan con la aparición de guerras entre dioses, que arrastran a los hombres. La escalada de violencia rompe el equilibrio que siempre existió entre las fuerzas ocupantes del planeta.
Lejos quedan los tiempos de la llegada de los primeros annunaki en sus naves, cuando existía unidad y cooperación. Lejos también aquellos días en los que el dios Enki, padre de Marduk y abuelo del pequeño Nabú, creó a la humanidad a partir de los homínidos de la sabana africana.
Ahora el mundo se ha vuelto mucho más complejo y podría precipitarse hacia acontecimientos incontrolables.
Madrid, en la actualidad
La Guerra del Golfo de 2003 pone en circulación miles de objetos arqueológicos de Irak robados del Museo de Bagdad, «el cofre del tesoro» de Sadam Husein. Es la mayor devastación cultural desde la Segunda Guerra Mundial, que se desarrolla ante la mirada impasible del ejército más poderoso del mundo.
Entre las antigüedades se encuentran miles de tablillas de arcilla sumerias, acadias, babilonias y asirias, con una información fabulosa de esas civilizaciones.
La aparición y posterior robo de varias de esas tablas en Madrid, pone a la División de Patrimonio de la Unesco en estado de emergencia. La organización contactará con la investigadora Lucía Alonso para proceder a su recuperación.
Es una misión de alto riesgo, ya que detrás del robo podría existir una conspiración de las sociedades secretas de los Illuminati, el CFR o incluso la todopoderosa Comisión Trilateral. Son organizaciones secretas en busca del ansiado nuevo orden mundial, para quienes autentificar la mitología supone una amenaza en su agenda de control del mundo.

Sin embargo, el peligro puede tener recompensa. Según el hombre que tradujo las tablillas, contienen las memorias de Nabú, un dios de la realeza anunnaki nieto del mismísimo dios Enki. La revelación de los textos impresos en las tablas de arcilla contiene un conocimiento que puede cambiar la historia de la humanidad… y también su destino.
“Un thriller de ficción histórica que recorre las ideas de David Icke y Zecharia Sitchin sobre el planeta Nibiru, la hipótesis del paleocontacto, y las teorías conspirativas de sociedades secretas como los Illuminati”.
“Con El Sueño de Enki conectas con la raza de seres inmortales que han vivido en secreto en la Tierra durante miles de años que refleja la película Eternals de la Marvel”.

"El Sueño de Enki"
Inspirado en tablillas mesopotámicas
«Sangre entretejeré, huesos ensamblaré,
suscitaré un ser humano, hombre será su nombre.
Construiré un ser humano hombre,
encargado del servicio de los dioses,
para que puedan estar en paz».
Enuma Elish, siglo VI a. C.
Cuando los Dioses hacían de hombres,
soportaban la tarea (…).
Ellos, cansados, se quejaron, sangraron en los pozos de trabajo (…).
Llamaron a la diosa, la partera de los dioses, la sabia Ninhursag, y le dijeron:
«Crea un hombre primitivo, déjalo llevar el yugo.
Que lleve el yugo, obra de Enlil.
Que el hombre lleve la cesta de trabajo de los dioses».
Atrahasis, siglo XVII a. C.
«Gilgamesh, ¿a dónde vagas tú? La vida que persigues no hallarás.
Cuando los dioses crearon la humanidad, la muerte para la humanidad apartaron, reteniendo la vida en las propias manos».
Poema de Gilgamesh, siglos XX al XXV a. C.
