¿Te cuesta entender los motivos de las guerras de Oriente Próximo, como las de Irak, Siria o Líbano? ¿Tienes la impresión de que existen más factores en juego de los que te están contando?
Si es así, no estás desencaminado. La confusión y la desinformación son precisamente armas que se utilizan deliberadamente para ganar esas guerras.
Porque hay que entender que, más allá de que esos conflictos se cobren decenas de miles de vidas, también están alimentando al tercer mayor mercado negro que existe en el mundo: el tráfico de arte. Justo por detrás del tráfico de drogas y del de armas.
El tráfico de arte mueve más de 6.000 millones de dólares al año y, específicamente, el robo de arte mesopotámico es el que genera mayor volumen de ingresos.
Para empezar, vamos a definir el origen de todo.
Se llaman antigüedades de sangre a todo tipo de objetos arqueológicos que han sido saqueados durante las guerras, con el objetivo de financiarlas
En Oriente Próximo el expolio de los yacimientos arqueológicos ha resultado ser catastrófico. La segunda Guerra del Golfo, según reconoce Naciones Unidas, supuso la mayor devastación cultural después de la Segunda Guerra Mundial. Pero no ha sido la única. Todos los conflictos de la zona han tenido un impacto altísimo en su patrimonio cultural:
Cientos de miles de objetos han salido y siguen saliendo todas las semanas de esos países, alimentando la cadena del tráfico ilegal de arte. Los beneficios van a parar a los grupos terroristas, a quieres les sirven para financiar sus campañas militares.
Sin embargo, también existen denuncias internacionales a los países que intermedian en los conflictos o que directamente los generan. El caso más destacado es el de EEUU en la invasión de Irak. Ante su inacción, e incluso para muchos participación, desaparecieron miles de objetos arqueológicos.
Objetos arqueológicos, recursos, infraestructuras y, por supuesto, vidas humanas -se estima que pudieron llegar a perder la vida 500.000 iraquíes en la segunda Guerra del Golfo-, todos son objetivos en los conflictos… Las guerras lo devoran todo.
Las antigüedades de sangre son expoliadas a diario en todo Oriente Próximo, pero a destacar son los enclaves de Siria e Irak.
Irak, ubicado en la antigua Mesopotamia, fue la cuna de las primeras civilizaciones, y acumuló fabulosos tesoros artísticos de los últimos 8.000 años, muchos de los cuales ya han desaparecido.
Del Museo Nacional de Irak, salieron ilícitamente unas 50.000 obras de arte (el 25% de todo el museo) durante la invasión norteamericana de 2003, ante la inacción total de su ejército.
Pero, ¿dónde fueron a parar todas esas antigüedades?
Principalmente a tres lugares:
Allí terminan en manos de coleccionistas privados, marchantes de arte e incluso museos sin escrúpulos. Las grandes casas de subastas como Sotheby´s y Christie´s se niegan sistemáticamente a adquirirlos, pero en ocasiones resulta muy difícil probar su procedencia.
La 2 de TVE acaba de presentar recientemente el documental “Antigüedades de sangre”, que pone en evidencia cómo las antigüedades robadas en Oriente Próximo han resurgido en los mercados de arte de todo el mundo.
Señala además cómo “la policía europea trabaja junto a los arqueólogos para detener a las redes criminales que utilizan el tráfico de arte para financiar actividades terroristas”. Y refleja que “el patrimonio de Siria está siendo cruelmente aniquilado no solo por el Dáesh, también por los estados y ejércitos oficiales que participan en esta guerra”.
Un documental muy recomendable. Da una amplia visión del colosal mercado negro que financia las guerras. En muchos casos, los beneficios que reporta son incluso mayores que el petróleo que los terroristas obtienen al asaltar los pozos petrolíferos de sus países.
La Noche Temática de La 2 complementa este documental con uno emitido con anterioridad y que ahora recupera: “Siria, los últimos guardianes del patrimonio”.
Ambos se pueden ver en RTVE a la carta.
Sí. Existen.
Pero si ya es difícil seguir el rastro de una antigüedad robada, más difícil es demostrar… otras razones.
Estas tienen que ver con el interés de determinados países de occidente de subyugar a los países de la Media Luna Fértil. La historia, las antigüedades y los objetos de arte dan identidad a una nación. Destruir o robar dichos objetos aboca al olvido del pasado y, por tanto, a la pérdida de la propia cultura.
En vísperas de la primera Guerra del Golfo de 1991, James Baker, el que fuera Secretario de Estado y Jefe de Gabinete de la Casa Blanca de los EEUU, sentenció su propósito de “enviar a Irak a la Edad de Piedra”.
La expresión resume, sin lugar a dudas, la idea de lo que algunos dignatarios buscan para esa región.
Y en cuanto al resto de las razones… hay que profundizar en otros intereses de grupos de poder de occidente. Podrás descubrir esos motivos geopolíticos, económicos e incluso religiosos en la novela de ficción histórica El sueño de Enki. Puedes echar un ojo en la sinopsis del libro y sus primeros capítulos.
Ya conoces algunos motivos más por los que se mueven determinadas guerras, ¿Conoces otros ejemplos en los que también existan oscuros intereses?
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