Durante los primeros días de la creación se formaron los cielos y la Tierra, y al sexto día Dios creó al hombre. La narración de la creación bíblica se remonta a varios siglos a. C. pero… mucho antes de que se escribiera, el Enuma Elish ya había recogido el secreto de la creación
Enuma Elish, el poema babilonio de la creación de la humanidad, narra la creación de la Tierra y fue escrito hacia el 1200 a. C., varios siglos antes de la Biblia. Es, a día de hoy, el relato más antiguo escrito del origen de la Tierra y del hombre.
Las similitudes con la biblia son grandes, aunque también son notables las diferencias: mientras en la biblia s crea al hombre a partir de arcilla, en el Enuma Elish se crea a partir de la sangre de un dios; el hombre es creado el sexto día en la tradición bíblica y coincidentemente también en la sexta tableta del Enuma Elish. Pero vayamos por partes.
El Enuma Elish aúna dos conceptos que marcarían la que se considera la primera mitología de la historia de la humanidad. Y esos conceptos son:
Por eso a esta obra se le conoce como el “Poema de la creación”.
Fue redactada en lengua acadia y escrita con caligrafía cuneiforme sobre tablillas de arcilla. Cada tablilla contiene entre 115 y 170 líneas de caracteres cuneiformes y el poema está escrito con versos de dos líneas.
Su nombre significa “cuando en lo alto” y corresponde a las dos primeras líneas del poema:
Cuando en lo alto los cielos no habían sido nombrados
y la tierra firme abajo no había sido llamada con nombre;
y nada sino el [océano] Apsu primordial, su progenitor,
y [la diosa] Mummu —Tiamat, la que los dio a luz a todos,
sus aguas, como un solo cuerpo, confundían;
y los desechos del junco no se habían hacinado,
el carrizal no había aparecido;
cuando cualesquiera de los dioses no habían sido traídos al ser
ni llamados con nombre, no destinados sus destinos,
entonces sucedió que los dioses fueron formados en el seno de ellas.
Cuenta el antiguo poema mesopotámico que cuando todavía no existía el cielo ni la tierra, la diosa madre Tiamat junto con Apsu, su consorte, engendraron toda una familia. Entre los dioses mas destacados se encontraban:
El dios más destacado de todos, cuenta en el poema, fue el dios Marduk. Su carácter belicoso le lleva a enfrentarse a su progenitora, la diosa Tiamat, de la que afirma tiene sometidos al resto de los dioses.
Marduk vence a Tiamat y se convierte en organizador del cosmos y en el inspirador de la creación del hombre:
“Sangre entretejeré, huesos ensamblaré,
suscitaré ser humano, hombre será su nombre.
Construiré ser humano hombre.
Encargado del servicio de dioses,
para que puedan estar en paz”.
El joven Marduk fue venerado principalmente en la ciudad de Babilonia, pero su influencia se extendió por toda Mesopotamia.
El poema de Enuma Elish tuvo una influencia indudable tanto en la biblia como en las cosmogonías occidentales. Fue el primer relato de la creación y de él bebieron numerosas culturas que llegaron después. El influjo que tuvo en los hebreos en la redacción de la biblia durante su cautiverio en Babilonia es indudable.
Algunos de los puntos más destacables son:
La principal diferencia entre ambos textos es el modo de la narración. Mientras que en Enuma Elish los autores le dieron un formato mitológico, en la Biblia se buscó marcar su carácter historicista, se quiso explicar la realidad a través de la narración.
Diferencias destacadas:
El Poema de la creación suscitó mucho interés entre los eruditos de culturas que sucedieron a la babilonia: asirios, persas, hebreos y hasta macedonios. El antiguo texto daba respuesta a las dudas más fundamentales de la vida:
Todo ello se explicaba con detalle en sencillas tablillas de arcilla entre los siglos XVIII y XVII
Enuma Elish apareció en fragmentos que fueron recopilados a lo largo nada menos que de un siglo (1848-1952). Hay muchos datos a su alrededor que se desconocen, para empezar, su autoría. Muchos investigadores opinan que pudo ser un sacerdote de Marduk quién lo redactó. Pero la complejidad, la riqueza de detalles y la viveza de la historia, hacen pensar que la historia que se narra pudo haber sido obra de varios autores y tener una mayor antigüedad.